Cuando damos clases para aprender a conducir en la autoescuela nos solemos centrar en interiorizar la mecánica de manejo del coche y en cumplir las normas de circulación. Sin embargo, saber llevar un coche es mucho más que esto y desde la autoescuela GrupoMy te damos algunos consejos que debes tener en cuenta para seguir aprendiendo a ser un mejor conductor.
En la autoescuela enseñamos a reconocer cada uno de los mandos y marcaremos las pautas para poder conducir un coche manual o automático, y aprobar el examen práctico del carnet B con la mayor facilidad posible.
Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer y el aprendizaje no debe acabar cuando consigues el permiso de conducir. Tenemos que perfeccionar nuestra conducción. Por eso os damos una serie de trucos para aprender a conducir bien y controlar tu coche en cualquier situación.
1. Conoce bien el vehículo que vas a conducir durante el examen
Podrán gustarte o no los coches, pero lo que está claro es que hay algunos elementos que tienes que tener claro dónde están antes de enfrentarte al examen práctico de conducir, ya sea porque te vaya a preguntar sobre ello el examinador o porque puedas necesitarlo en tu día a día. Qué tienes que saber del coche antes del examen de conducir:
- Las luces.
- Cómo abrir el capó.
- Comprobar los niveles de aceite, líquido de frenos frenos, dirección, refrigerante y limpiaparabrisas.
- Activar el claxon.
- Ubicación del chaleco reflectante y de los triángulos de señalización.
- Identificación de la batería. Localización de la documentación del vehículo.
- Saber desbloquear el volante al arrancar (normalmente basta con moverlo ligeramente).
2. Familiarízate con diferentes vías, superficies y condiciones
En condiciones normales, el examen de conducir transcurrirá por las vías aledañas a la autoescuela, y si bien es posible que el conductor se haya familiarizado debidamente con las mismas, pueden suceder imprevistos, como una meteorología adversa. Si todas las prácticas se han realizado en condiciones de seco y el examen final se realiza sobre mojado, esto puede ser un hándicap. En consecuencia, lo más aconsejable es practicar sobre todas las superficies y condiciones antes de examinarse, para así disponer de la mejor preparación posible.
3. Examínate cuando estés preparado, no antes
Son muchos los alumnos que se preguntan con cuántas clases prácticas se aprende a conducir. «Un buen profesor es el que te dice cuándo estás preparado», afirmó en 2017 el exdirector de la DGT, Gregorio Serrano. A decir verdad, examinarse de manera precipitada y sin haber asimilado debidamente todos los contenidos es uno de los errores más frecuentes entre los aspirantes al carnet de conducir. No existe, además, un número determinado de lecciones prácticas, de forma que los alumnos deben respetar su particular curva de aprendizaje, sin pretender forzarla.
4. Observa el entorno durante el examen
Nunca está de más que hagas un reconocimiento previo de las zonas por las que pueden examinarte, a fin de que localices los peligros esenciales o las “trampas” a las que puede hacer que te enfrentes tu examinador. Ya sea con anterioridad al examen práctico de conducir o durante el mismo, debes tener en cuenta:
- Mira hacia ambos lados en todas las intersecciones y a la hora de maniobrar, además, sortea los ángulos muertos antes de realizar una maniobra.
- Cuando frenes, mira por el espejo retrovisor interior para ver si viene alguien por detrás.
- Muy atento a las señales de tráfico y a los pasos de peatones, que no te jueguen malas pasadas. Hablaremos de ello más adelante.
- Ojo con los ciclistas y con los autobuses que se pueden incorporar a la circulación.
- Que el examinador te pida que hagas una maniobra no quiere decir que la puedas hacer. Fíjate especialmente en calles de dirección prohibida, salidas inexistentes o prohibidas de las rotondas, VADOS o señales de prohibición a la hora de aparcar, zonas de carga y descarga…
- Enciende siempre las luces de cruce al entrar en túneles y pasos inferiores, ya sean más o menos largos, siempre es mejor activarlas que no hacerlo.
- No vayas mirando la palanca de cambios constantemente para saber en qué marcha vas y, por supuesto, no vayas con una mano en la palanca de cambios, es peligroso y perjudicial para el vehículo.
- Fuerza un poco la vista a los retrovisores.
Es recomendable que a la hora de mirar por los espejos retrovisores lo hagas de manera evidente, pero natural, sin exagerar en exceso. El examinador se sienta detrás del asiento del acompañante, te verá de sobra.
5. Antes de iniciar la marcha y el examen
No empecemos con mal pie. Cuando el examinador se suba al coche, salúdale educadamente y procede a llevar a cabo las comprobaciones básicas. Puede que, después, él/ella te haga comprobar algunos de los elementos de los que hemos hablado en el primer punto, pero dichas comprobaciones básicas son, en orden de actuación:
- Regula el asiento.
- Ajusta los retrovisores.
- Ponte el cinturón.
- ¡Quita el freno de mano!
- Arranca el vehículo.
6. Señales y marcas viales
Es importante conocer y respetar todas las señales de tráfico, así como las marcas viales que puedan ir apareciendo a nuestro paso, pero para ello es vital que estés pendiente de tu entorno y vayas tranquilo para que no te pases por alto ninguna de ellas. Algunos consejos en estos casos son:
- Detente completamente en los STOP. Si no tienes buena visibilidad, avanza un poco y vuelve a hacer una segunda detención, pero cuidado con no meter en exceso el morro del vehículo obstaculizando a los vehículos que vienen.
- Los ‘Ceda el paso’ no son STOP, sólo tienes que detener completamente el vehículo si tienes mala visibilidad o vienen otros vehículos, no siempre.
- Los pasos de peatones son sagrados, respétalos siempre. Si hay peatones y estos no quieren pasar, que te lo indiquen, pero tú detente siempre que los veas.
- Presta especial atención a los semáforos de peatones en ámbar, ya que estos cambian a rojo en cuanto un transeúnte pulsa el botón.
- Detente siempre en los semáforos en ámbar.
- Fíjate en las señales de velocidad y adáptate a ellas, hay gente que suspende por circular demasiado despacio. Igualmente, tampoco apures hasta el límite de velocidad, pero sé razonable.
- Respeta siempre las señales a rajatabla
- Demuestra seguridad. En los carriles de aceleración, recuerda pisar el acelerador con energía, has de salir de ellos a 80 km/h o más. Igualmente, debes entrar en los carriles de deceleración a una velocidad razonable que normalmente está indicada en una señal, están hecho para que frenes dentro de ellos, no en la autopista.
7. Aprende a controlar los nervios
En un porcentaje significativo de los suspensos, el problema no era la falta de habilidad o conocimiento del aspirante, sino su incapacidad para controlar los nervios. Quejas como «se me da mal conducir» o «llevo 100 practicas de coche y no consigo resultados» pueden esconder, en realidad, un serio problema de confianza al volante. En este sentido, quizá te interese conocer estos consejos sobre cómo superar los nervios en el examen de conducir:
- Mentalízate. Para evitar que el nerviosismo se incremente a medida que se acerca la prueba, es importante respirar profundamente y liberar la mente de todas las preocupaciones.
- Consume plantas medicinales. Son notorias las propiedades calmantes y relajantes de la Valeriana, el Ginseng, la Hierbaluisa, la Pasiflora, el Hipérico o la Tila. Aunque no son milagrosas, consumirlas en pastillas o en infusiones, y siempre en cantidades moderadas, te ayudará a controlar los nervios.
- Sé positivo. Aprender a conducir no es ninguna prueba de fuego. Contrariamente a lo que piensas, esta experiencia puede ser maravillosa. Es comprensible estar algo inseguro el primer día, pero no tardarás en disfrutar al poner en práctica los conceptos aprendidos.
- Aprovecha las técnicas de relajación. Tan importante como el cuerpo es la mente, y una buena forma de prepararla es poniendo en práctica algunos de los métodos existentes de relajación.
- Duerme 9-10 horas antes del examen. Descansar, uno de los aliados que no pueden faltarte en vacaciones, es imprescindible para mantener en óptimas condiciones nuestra capacidad de atención, mejorar la memoria y reducir el estrés.
8. Respecto al examinador
Aunque hay gente que se levanta cada mañana con el pie izquierdo, no debes temer al examinador, normalmente no es alguien que tenga algo personal contra ti, sino alguien que te va a evaluar de manera objetiva:
- Si te saltas alguna indicación del examinador, no te preocupes ni te pongas nervioso, no pasa nada, ya cuentan con ello. Lo importante es que no lo hagas de forma reiterativa.
- Si tienes dudas sobre lo que te ha dicho el examinador o no le has oído bien, pregúntale, no muerde.
- Mientras que el examinador no te diga nada, tú sigue recto. Si no puedes continuar recto, pregúntale qué dirección debes tomar.