Todos sabemos que los coches necesitan un mantenimiento mínimo que pasa por cambiar ciertos elementos: aceite, pastillas de freno, correa de la distribución… Sin embargo, muchas veces pasamos por alto otros mecanismos que también necesitan ser revisados y puestos a punto cada cierto tiempo. Te contamos los pasos a seguir para llevar correctamente el mantenimiento de tu coche y, de esta manera, evitar averías. Cada coche trae un manual oficial lleno de recomendaciones para el mantenimiento regular. El fabricante no puede obligarte a seguirlo, pero sería inteligente si lo hicieras. Entre otras sugerencias, para un buen mantenimiento el manual te explica cómo:
- Cambiar el aceite y la frecuencia para hacerlo.
- Checar y asegurarte de que los fluidos son del color correcto y están en el nivel adecuado.
- Conocer el tipo de combustible que es mejor utilizar en tu vehículo, ya sea premium, diésel o magna. El manual del usuario proporciona una gran cantidad de información.
Además del manual que ofrece tu coche, te dejamos aquí una serie de consejos y tips que te ayudarán a mantener en buen estado tu coche.
1. Conduce al menos una vez por semana:
Intenta arrancar el coche y conducir durante un pequeño recorrido al menos una vez por semana, ya que cuando un vehículo está demasiado tiempo parado el aceite y los líquidos se asientan y se separan, lo que puede provocar daños en el motor y en otros componentes.
2. Protege la pintura
Rayos del sol, restos de insectos, excrementos de pájaros… Todo esto degrada a diario la pintura. Aplica una capa de cera para conseguir una mayor protección; lo ideal es que lo hagas un par de veces al año ya que una mano de cera impide que penetre la humedad.
Recuerda que una pintura en mal estado resta valor al coche cuanto tratas de venderlo en el mercado de segunda mano.
3. Comprueba los neumáticos
Los plásticos de tu coche envejecen por la influencia del medio ambiente y soportan mal el uso de detergente inadecuado. Ten cuidado si utilizas productos con fuertes propiedades abrasivas, porque son capaces de dañar las partes de goma o las piezas de plástico.
Comprueba el estado de tus neumáticos con regularidad para asegurarte de que están correctamente inflados y que la banda de rodadura se encuentra todavía en un nivel seguro. Esto hace que en los paseos tranquilos se tenga un mejor rendimiento de combustible así como un menor riesgo de que se revienten los neumáticos.
Para evitarlo, usa renovadores de goma cada cierto tiempo y, en verabo, subre el salpicadero para que no le dañe el sol.
4. Lávalo con frecuencia
La acumulación de suciedad es un foco de corrosión, por eso es importante retirar pronto las manchas incrustadas. Tanto el exterior del automóvil como debajo de él son salpicados por basura, desechos y mugre del camino, tales como alquitrán caliente, suciedad, insectos u objetos variados. Con el tiempo, estos elementos pueden dañar a los componentes del vehículo, incluyendo las piezas del motor y la estructura externa de la carrocería. En cuanto al interior, lo disfrutarás más y aumentarás su valor de reventa si lo mantienes limpio, bien cuidado y ordenado.
Un consejo para los autolavados: realiza un prelavado con la pistola de alta presión para eliminar la suciedad de las zonas difíciles (esquinas, aletas…). Retira también las hojas acumuladas en las entradas de aire.
5. Vigila el nivel de aceite
Cuando se enciende el testigo de medición del nivel de aceite no puedes retrasar ni un minuto el relleno: eso es que está muy por debajo de la marca de mínimo (mejor que no compruebes hasta dónde puede llegar tu coche sin aceite).
Si te preguntas ¿Cuándo hay que cambiar el aceite?, lo mejor es que consultes el manual de usuario de tu coche. Allí te especificará los periodos de mantenimiento. Si tienes un coche antiguo (con más de 15 años), lo normal es que tengas que cambiarlo cada año o 10.000 kilómetros.
En coches modernos, marcas como BMW tienen un sistema de comprobar la calidad del aceite teniendo en cuenta el uso o exigencias al que sometes el motor. El coche será el que te diga cuándo tienes que cambiar el aceite.
Todo el mundo sabe que al cambiar el aceite se debe sustituir también el filtro, dichos filtros se colman rápidamente (sobre todo en las ciudades), porque para aumentar su efectividad están cargados electrostáticamente con el fin de atrapar el polvo, polen, etc. Se deben sustituir cada año.
¿Cuándo debemos cambiar los filtros?
El filtro de aceite es el más conocido, pero hay que tener en cuenta que no es el único filtro del coche.
- Filtro de aceite: se debe cambiar cada vez que se sustituya el propio aceite; en un coche moderno suele ser cada año o 20.000 km, lo que antes alcancemos. En modelos más veteranos, el cambio debe hacerse cada 10.000 km: consulta el plan de mantenimiento de tu vehículo.
- Filtro de aire motor: muchas veces basta con limpiarlo y «soplarlo»; se debe revisar al menos una vez al año, aunque suele aguantar más, dependiendo de lo polvorienta que sea la zona en la que nos movamos habitualmente.
- Filtro de combustible: lo normal es que se sustituya cada 4 años o 60.000 km, es muy importante en los motores modernos de inyección directa de gasolina, con el fin de evitar daños en la bomba de alta presión e inyectores.
- Filtro de aire del habitáculo: se debe cambiar una vez al año, así evitaremos la proliferación de ácaros y alergias.
- Filtro de aceite en la caja de cambios automática: es vital para la vida de la caja de cambios, se debe cambiar junto con el fluido hidráulico cada 60.000 km.