Las luces del coche se utilizan para algo más que iluminar la vía por la que vayamos circulando. Y es que las diferentes luces que hay en nuestros vehículos tienen una función específica. En este post, te mostraremos cuáles son los diferentes tipos de luces que podemos encontrar en cualquier vehículo estándar y qué usos debemos darles.
Luces de emergencia del coche
Cuando hablamos de luces de emergencia, normalmente nos estamos refiriendo a las luces que debemos poner cuando hay algún peligro. De manera coloquial han recibido este nombre porque son las que se utilizan para alertar a los demás vehículos de que ha ocurrido algo y que deben ir con precaución. Por ejemplo, cuando estacionamos el vehículo en la calzada, arcén o una zona que puede suponer un peligro para los demás vehículos, debemos encender estas luces. O si por ejemplo ha habido un accidente u ocurre algo que nos obliga a frenar e ir a una velocidad más lenta, deberemos indicarlo también con estas luces.
Las luces de emergencia se componen de 4 luces intermitentes a los lados, 2 delante del vehículo y otras 2 detrás. Al darlas de noche, nos permitirá que los demás vehículos vean la anchura del nuestro.
Luces de posición
Las luces de posición son las que se encienden de manera automática cuando encendemos las cortas o las largas. Siempre irán encendidas cuando demos las cortas o las largas y en muchos vehículos modernos, irán siempre encendidas desde que arranquemos el vehículo.
Su función es indicar la posición del vehículo, pero no sirven para iluminar la vía, así que si circulas por una zona oscura, deberás dar mínimo las cortas.
Luces de cruce (las cortas)
Las luces de cruce son las que coloquialmente llamamos las cortas, ya que iluminan menos que las luces de carreteras (las largas).
Estas luces se sitúan en la parte delantera del vehículo y sirven para iluminar la vía.
Las luces cortas o de cruce, se utilizan de noche, zonas de baja iluminación, si está nublado, hay lluvia intensa, en túneles… Algunos vehículos modernos tienen las luces de cruce siempre encendidas, como por ejemplo las motos.
Luces de carretera (las largas)
Las luces de carretera, son coloquialmente conocidas como las largas porque iluminan más que las las cortas (de cruce).
Al igual que las cortas, están situadas en la parte delantera del coche y su función es la de iluminar la vía por la que vamos circulando.
Las luces de carretera (las largas) no pueden utilizarse en zonas urbanas ni cuando haya peatones o coches a los que podamos deslumbrar. Estas luces se utilizan para iluminar con mayor distancia una zona, pero volvemos a mencionar que no las podremos utilizar en caso de que vayamos a deslumbrar algún otro vehículo o peatones.
Luces antiniebla
Como su nombre indica, las luces antiniebla se utilizan cuando hay niebla, ni más ni menos. Estás luces están pensadas para que otros vehículos nos vean en situaciones de muy baja visibilidad.
Son luces de mayor potencia, por lo que sólo las podremos utilizar en ocasiones de muy baja visibilidad, sino, podríamos deslumbrar a otros vehículos y generar situaciones de peligro.
Aunque no todos los vehículos disponen de luces antiniebla, existen dos tipos, las delanteras y las traseras.
Aunque estas luces sean muy potentes, su función principal no es la de iluminar la vía, sino la de que te vean los demás vehículos.
Luces marcha atrás
Estas luces de marcha atrás son las que se activan de manera automática cuando nuestro vehículo se desplaza marcha atrás.
La función de estas luces es indicar que el vehículo está yendo “en sentido contrario al normal de la vía” y de esta manera los demás coches circulen con precaución o incluso paren el coche.
También tienen la utilidad de iluminar en baja intensidad la vía, lo que ayuda a estacionar en momentos de baja iluminación.