Cuando no se realiza el mantenimiento programado, como mantener los neumáticos inflados o revisar las correas de forma regular, el coche está desperdiciando pequeñas, pero significativas, cantidades de gasolina con cada kilómetro y no sólo eso, sino que también puede dar lugar a averías costosas e incluso irreparables.
En este post te mostramos 10 consejos para el mantenimiento del coche de gasolina:
1. Cambiar el aceite del motor
El aceite del motor mantiene todas las piezas móviles bien lubricadas para que el desgaste sea mínimo. Además, atrapa todo el polvo, la suciedad y los sedimentos.
Comprueba los niveles de aceite cada mes y rellénalo si el nivel está bajo. El grado de aceite y los intervalos de cambio están sujetos a las recomendaciones del fabricante, por lo que no olvide consultar el manual de tu coche de gasolina.
El filtro de aceite es también importante, ya que filtra toda la basura y restos del aceite y evita que vuelva al motor. De este modo, se garantiza que el motor funcione correctamente.
2. Revisar el sistema de refrigeración
Aunque hemos avanzado mucho en cuanto a la eficiencia del motor de un coche, durante la combustión se pierde mucha energía en forma de calor. Los metales y las aleaciones de los que está hecho el motor del coche se degradan con el calor.
Así que, asegúrate siempre de que hay suficiente líquido refrigerante en el depósito, ya que es muy importante para la disipación del calor. Lo ideal es una proporción 1:1 de refrigerante y agua destilada.
Además, es bueno mirar el indicador de temperatura del motor en un día caluroso y soleado y apagar el coche en caso de que esté a punto de sobrecalentarse.
3. Revisa los filtros del aire
El motor de su coche necesita esta un correcto flujo de aire. Un flujo de aire restringido puede hacer que el combustible no se queme por completo, aumentando las emisiones y reduciendo el kilometraje. Comprueba el filtro de aire y límpialo o cámbialo si es necesario.
4. Comprueba que no existen fugas
De vez en cuando es bueno revisar que no hay fugas. Para ello, al volver de un trayecto y estacionar el coche de gasolina, comprueba que no deja restos de algún líquido en el suelo.
Si hay una fuga de combustible, debes acudir al mecánico lo antes posible para que lo revise. También puedes abrir el capó y comprobar si huele de manera extraña. El aceite del motor y el anticongelante son fluidos en los que debe fijarse para comprobar si hay fugas. Si hay alguna fuga, suele oler bastante, ya que se quema con el propio calor del motor y genera ese olor intenso y extraño.
5. Intenta no conducir con el combustible de reserva
La gasolina contiene sedimentos que se depositan en el fondo del depósito. Tras años de funcionamiento, seguramente habrá una capa de residuos que no debería llegar al motor. Al funcionar con poco combustible, esta basura llega a la bomba de combustible, lo que puede provocar un gran desgaste. Así que rellena el depósito y ahórrate los costes de reparación y sustitución del filtro y la bomba de combustible.
6. Revisa las correas de goma de las piezas
Las correas de goma son esenciales para mantener todo en sintonía cuando un motor funciona. Si oyes un chirrido que sale de debajo del capó, deberías echar un vistazo. Aunque las correas duren mucho tiempo, comprueba que no están agrietadas ni presenten signos de desgaste.
Si se rompen mientras el motor está en marcha, puede causar graves y costosos daños a otros componentes del motor.
7. Presta atención a los indicadores de luces del coche de gasolina
Esta luz se enciende de manera automática cuando el coche detecta que algo no va bien. Nunca lo ignores y en caso de no saber qué ocurre, llévalo a un mecánico lo antes posible para que pueda revisarlo.
8. Cambia los filtros del combustible
Este filtro es muy similar al de aceite, sólo que este filtra los residuos del combustible con el objetico de no dejar pasarlos hacia la entrada en la cámara de combustión.
Un filtro nuevo significa un flujo libre de combustible limpio a la bomba de combustible y al motor. Esto asegura que haya menos acumulación dentro del motor. Consulta el manual de tu coche de gasolina para ver cada cuánto tiempo deberías cambiarlos.
9. Revisa cables y bujías
La bujía de encendido es la que actúa como un iniciador del fuego. Enciende la mezcla de aire y combustible en los cilindros y requiere poco mantenimiento debido a su larga vida útil.
Un mantenimiento regular garantizará que el motor conserve su chispa. A veces, ni siquiera es necesario sustituirla. Un poco de limpieza puede ser de gran ayuda, ya que con el tiempo se acumula mucho hollín alrededor del electrodo.
10. Intenta no revolucionar el motor
Los motores están diseñados para funcionar a una velocidad constante y es cuando mejor funcionan. Demasiada variación en las revoluciones puede provocar averías a la larga.
La conducción en ciudad, en la que te mueves y paras constantemente, es muy dura para el motor, así que intenta no revolucionarlo demasiado.
Si consigues no revolucionar el motor de tu coche de gasolina, no sólo aumentarás su vida útil, sino que también ahorrarás en combustible. Este mantenimiento del coche de gasolina mantendrá el motor en buen estado y ahorrarás mucho dinero en reparaciones/reemplazos/mantenimiento.