Cuando se conduce un coche que no es nuestro, sea en calidad de familiar o amigo, el problema no radica en que esta acción acarree una multa, sino que, en el caso de un siniestro, puede representar un inconveniente ante la situación de contar con la cobertura de la aseguradora si el conductor no está incluido en el seguro.
La pregunta ¿puedo conducir un coche sin estar en el seguro?, debe ser planteada bajo dos perspectivas y no solo desde la del tomador del seguro. Hay muchas aseguradoras que son estrictas en la inclusión de otro u otros conductores del coche. Lo mejor será plantear todos los escenarios posibles con el agente asegurador.
Es cierto que por normal general, salvo a alguna excepción, los conductores que tengan más de 25 años y tengan como mínimo 3 años de experiencia con el carnet de conducir, estarán cubiertos sin necesidad de informar a la aseguradora, pero prevenir, muchas veces, será mejor que lamentar y las llamadas “letras pequeñas” pueden jugar una mala pasada desde un pequeño siniestro hasta uno catastrófico.
Cuando un segundo conductor incumpliese dicho requisito general, se aconseja notificarlo a la aseguradora. Sin embargo, cada aseguradora establece un nivel de riesgo y establece los precios de acuerdo con ello, considerando la edad del conductor y los años del carnet. Muchas veces es más trascendental escoger en función de las condiciones que de los precios.
La importancia de la asesoría al definir un seguro
El preguntarse ¿puedo conducir un coche sin estar en el seguro?, es apenas uno de los interrogantes que se pueden plantear al contratar una póliza de seguros para coches. Las aseguradoras van definiendo sus pólizas según las demandas del consumidor y partiendo de ello, amplían o cierran la brecha de eventualidades y respuestas que puedan surgir.
Un vehículo, habitualmente, se conduce por más de un conductor. Esa práctica no repercute legalmente ante el organismo regulador, pero para la aseguradora, si se toma el seguro solo por el plan de pagos, por ejemplo, puede representar después un problema. Es por ello por lo que, el asesoramiento al contratar un seguro es muy importante.
Sin mencionar el daño al conductor ocasional y a terceros, con lo cual, es normal tener dudas y a la hora de conducir un vehículo que no sea propio, puede generarnos desconfianza ante un escenario que no conocemos. Es, por tanto, la importancia de controlar el máximo de información y variantes de la póliza adquirida.
Cada compañía establece sus cláusulas y se debe tener muy en cuenta para evitar malentendidos al informar sobre un accidente. Dedicarle tiempo a leer el contrato con detenimiento y aclarar las dudas que puedan surgir, puede ajustar una póliza a una necesidad específica que vaya más allá de características de edad y carnet.
Al informar sobre un siniestro, los detalles de este pueden hacer que la aseguradora responda según lo acordado o puede hacer que la aseguradora también se desentienda del caso por escapar de las cláusulas preestablecidas por el tomador.
En conclusión, proporcionar información veraz cuando se va a firmar el contrato será lo que determine que un conductor ocasional o habitual, diferente al propietario, no tenga problemas cuando de parte de un accidente.